26 de noviembre de 2013

CONSEJOS PARA HABLAR DE ALIMENTACIÓN Y SALUD A LOS NIÑOS

Entender las necesidades y preferencias de los hijos es una aventura diaria, especialmente a la hora de comer.

Niños que no comen, niños que comen demasiado, niños que se esconden como si no hubiera mañana cuando ven cualquier “cosa verde” en el plato… ¿Qué padre no se ha sentido desesperado?

“Cómo hablar de alimentación y salud a los niños” (Editorial Nerea) está destinado a los adultos, con un formato de pregunta/respuesta, para que enseñen a los más pequeños la importancia de tener hábitos saludables y de involucrarse en los asuntos de la dieta.

“El libro parte del supuesto de dos personas que tienen la intención de tener un hijo, empieza antes de ese kilómetro cero, y luego plantea las preguntas que cualquier padre, madre o cuidador se encuentra en el camino”, explica a EFEsalud Javier Aranceta, doctor en medicina y nutrición y especialista en medicina preventiva y salud pública.

La alimentación en cada etapa

Una de las máximas en la tarea de educar en alimentación a los niños es “predicar con el ejemplo”.

“Los padres son muy importantes en las primeras etapas, son los que marcan los estilos de vida. Hasta los diez años hay que poner el máximo acento en que los niños vean prácticas saludables y entiendan por qué son necesarias, deben asimilar una educación nutricional en la familia”, señala Aranceta.

Esta educación debe ser una base sólida para la preadolescencia, cuando se hacen jóvenes y luchan por su autonomía. La idea es que cuando se enfrenten al entorno social y comercial, sean capaces de mantener el control y “autogestionar sus temas alimentarios”.

El autor de “Cómo hablar de alimentación y salud a los niños” da en la publicación algunas pautas para cada etapa de la infancia:

Antes de la concepción: “Empezaremos por eliminar tabaco, alcohol y todas las sustancias estimulantes o tóxicas. Nos propondremos incrementar la actividad física y consumir alimentos de calidad”.

En el embarazo: “Continuar con una alimentación equilibrada, rica en hierro, ácido fólico, calcio y otros minerales y vitaminas (…) Quizás durante este periodo comience la configuración de las preferencias y aversiones alimentarias que van a condicionar los hábitos”.

En la lactancia: “La leche materna es el alimento ideal para el bebé (…) Es un flujo de comunicación entre la madre y su hijo desde el punto de vista nutritivo, inmunológico, termogénico y afectivo”.

En el primer año: “Este primer año es importante para incorporar nuevos sabores, texturas y alimentos”.

Hasta los tres años: “Nos interesa adaptar la textura y la consistencia a su capacidad masticatoria y preocuparnos en crear siempre un buen clima en los horarios de comida”.

De cuatro a once años: “Durante este período se refuerza la educación nutricional en el entorno familiar y escolar, y en ningún caso la comida debe ser vehículo de discusión, de premio o de castigo, sino un elemento de convivencia”.

En la pubertad y adolescencia: “Los jóvenes necesitan cantidades importantes de energía y nutrientes, pero hay que evitar los alimentos de alta densidad energética y escaso valor nutricional (bebidas azucaradas, comidas rápidas, etc.)”.

Los hábitos en el colegio

Además de la formación alimentaria que se gesta en el hogar, la escuela influye en la relación que los pequeños establecen con la comida.

El doctor Javier Aranceta precisa que aunque la normativa que rige los menús escolares ha mejorado en los últimos 20 años, hay elementos por corregir como “el aspecto o sabor de muchos platos o la oferta de fruta”.

Otro tema que necesita revisión, como efecto de la crisis, es que muchas familias no pueden pagar lo que ofrecen los colegios y recurren al táper, “lo que hace que se pierda la universalidad y que no todos los niños coman igual”.

La comunicación entre educadores y padres de familia es esencial para que los menores crezcan sanos y con habilidades para alimentarse correctamente: “el colegio debe informar con antelación la oferta de la cantina así como los inconvenientes a la hora de comer”. Los trastornos alimentarios que más prevalecen en la infancia a veces se detectan con más facilidad en la escuela.

Sobrepeso, obesidad, trastornos…

En una España en la que casi de la mitad de sus niños tienen sobrepeso es necesario subir al máximo los niveles de prevención, que se centran en la alimentación y la actividad física.

“Tenemos muchos desajustes en la dieta, pero he llegado a la conclusión de que el fenómeno que más contribuye al exceso de peso es el sedentarismo”, señala Aranceta.

Para este experto es crucial que los padres se involucren en el gasto energético de sus hijos para cumplir la recomendación de la Organización Mundial de la Salud: “una hora diaria de actividad física voluntaria, precisa en etapas de crecimiento y desarrollo”.

Para mejorar la alimentación, es necesario agregar toques de creatividad en las cacerolas porque, como manifiesta Aranceta, “muchas veces decimos que a nuestros hijos no les gustan las verduras o frutas y es que no tenemos habilidades para prepararlas de manera atractiva o con fórmulas que tengan mejor sabor”.

Además de la obesidad, “hay que estar vigilantes en el riesgo de trastornos de comportamiento alimentario, especialmente en niñas” que persiguen cierto ideal estético, así como en el aumento progresivo de las intolerancias o alergias, lo que muchas veces afecta el plano psicológico.

“El niño debe comer en la escuela sin sentirse distinto, los educadores deben explicarles a los compañeros por qué necesita una comida especial”, recomienda el especialista.

Consejos para situaciones frecuentes

Javier Aranceta comparte algunas recomendaciones para algunos de los casos más frecuentes a los que se enfrentan los padres:


Cuando no come: Analizar si es por alguna enfermedad o problema psicológico. A veces el rechazo del alimento es un llamado de atención porque tiene algún conflicto emocional, lo que se detecta a través del diálogo. “Además de buscar ayuda profesional, hay que negociar con el niño sin obligarlo a comer o amenazarlo”.

Cuando come mucho: Lo primero es buscar el origen de la ansiedad y de esa conducta compensatoria con asesoría profesional y evitar decirle que “no coma más”. Se recomienda “darle platos entre horas con poco valor energético y gran capacidad de saciedad”, que beban mucha agua y coman frutas troceadas como la manzana.

Cuando rechaza verduras y frutas: Es necesario explicarle “por qué es interesante consumir más estos alimentos y dar el ejemplo”. Creatividad y perseverancia deben ir de la mano: buscar formas más atractivas y sabrosas de preparar las verduras y probar una y otra vez hasta dar con recetas que les gusten.

Cuando tiene sobrepeso o bajo peso: El primer paso es analizar la causa porque “hay sobrepesos que no tienen relación con la alimentación, sino que se deben a problemas genéticos u otros trastornos”. Cuando los kilos de más son producto del estilo de vida, conviene que los padres planteen una dieta más saludable pero “confortable y permisiva” que sea compensada con mucha actividad física. “En el caso del bajo peso es fundamental evaluar la causa orgánica o psicológica y recurrir al pediatra”.

Por Lucía Roles/EFE

11 de noviembre de 2013

EL TRASTORNO ALIMENTARIO TAMBIÉN ES COSA DE HOMBRES


Mientras las mujeres centran su preocupación en el peso, los hombres llegan a obsesionarse con la musculación



Los padres y los médicos suponen que los trastornos alimentarios muy raramente afectan a los varones, pero un estudio de 5.527 varones adolescentes de Estados Unidos, publicado en 'JAMA Pediatrics', desafía esta creencia. Investigadores del Hospital de Niños de Boston, en Estados Unidos, encontraron que el 17,9 por ciento de los adolescentes varones estaba extremadamente preocupado por su peso y condición física y que era más propenso a iniciar conductas de riesgo, como consumir drogas o abusar del alcohol.

"Hombres y mujeres tienen diferentes preocupaciones acerca de su peso y apariencia", señala la autora principal Alison Field, de la División de Medicina Adolescente del Hospital de Niños de Boston. Las evaluaciones para los trastornos alimentarios se han desarrollado para reflejar las preocupaciones con la delgadez que se ve en las chicas, pero no aquello que preocupa a los chicos, que puede estar más centrado en la musculatura que en la delgadez.

Para entender mejor cómo los síntomas de trastornos de la alimentación pueden estar vinculados a la obesidad, el consumo de drogas y la depresión en los hombres, Field y sus colegas analizaron las respuestas de adolescentes cada 12 y 36 meses a los cuestionarios del 'Growing Up Today Study' entre 1999 y 2010. Así, los niños tienden a estar más interesados en la musculatura que la delgadez, con el 9,2 por ciento frente al 2,5 por ciento, mientras el 6,3 por ciento está preocupado por los dos aspectos.

SUPLEMENTOS POTENCIALMENTE INSALUBRES

Los hombres preocupados por la musculatura y que usan suplementos potencialmente insalubres, como hormonas de crecimiento y esteroides para mejorar su físico, fueron aproximadamente dos veces más propensos a comenzar a beber en exceso con frecuencia y registraron más posibilidades que sus pares a comenzar a consumir drogas. Los niños afectados por la delgadez tendían más a desarrollar síntomas depresivos.

A un total de 2,9 por ciento de los encuestados se le detectó comportamientos completos o parciales de trastorno por atracones, y casi un tercio informó de atracones de comida poco frecuentes, purgas de comida o comidas en exceso. La anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa se caracterizan por una influencia excesiva del peso y la condición física en la autoevaluación, con los pacientes obsesionados con estar delgados o perder peso.

La mayoría de las evaluaciones sobre los trastornos de comida reflejan este deseo de delgadez y pueden pasar por alto a los chicos preocupados por su peso y forma pero que principalmente quieren estar más musculosos. Éste puede ser el equivalente masculino de las niñas que están obsesionadas con su peso y que utilizan el vómito o laxantes para controlar el peso

18 de septiembre de 2013

CONFERENCIA GRATUITA SOBRE TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA EN NUESTRO CENTRO

Propera conferència Gratuïta al nostre Centre CATA.

El Dissabte dia 28 de Setembre a les 11'00H.

Parlarem sobre: l'Anorèxia, Bulímia, Obesitat, Trastorns per Afartament.

Aforament limitat. Es requereix trucar per reservar plaça

Tel: 938174605 Mòbil: 627193795

23 de julio de 2013

LOS TRASTORNOS ALIMENTICIOS MÁS COMUNES Y SUS SINTOMAS

Las presiones sociales, la publicidad y la moda, han hecho que el físico sea una de las preocupaciones más presentes en la actualidad por parte de hombres y mujeres, lo que en muchos casos puede transformarse en un peligroso trastorno alimenticio.

En este post vamos a descrbir los 10 trastornos alimenticios más comunes y los síntomas con los que estos se suelen presentar.

Ortorexia: Se trata de una obsesión por comer sano, la persona lleva un control exhaustivo y cada vez más estricto de los alimentos que va a consumir.

Vigorexia: Es un trastorno por el cual la persona afectada tiene una percepsion propia demasiado pequeña o débil. Por ello realizan excesivo deporte orientado a aumentar la masa muscular, normalmente, acompañado de la ingesta de suplementos proteicos y anabólicos.

Anorexia: Las personas que tienen anorexia están obsesionadas con su físico y lo único que buscan es lucir cada vez más delgados. Dejan de comer e inician la ingesta de medicamentos o remedios para inhibir el apetito o laxantes. Si bien esta enfermedad suele asociarse a las adolescentes, cada vez es más frecuente encontrarla también en hombres y personas adultas.

Potomanía: Esta es una obsesión donde, de forma compulsiva, la persona desea beber agua en grandes cantidades durante todo el día. Lo hacen con la intención de llenar su estómago y así evitar comer, por lo que en ocasiones suele deribiar en otros trastornos alimentarios como la bulimia o la anorexia.

Pica: La pica se da más en niños pequeños y se manifiesta como un deseo irresistible de comer sustancias no nutritivas y poco usuales como tierra, tiza, yeso ... basicamente cualquier otra cosa que no tiene, al parecer, ningun valor alimenticio.

Permarexia: Es una obsesión donde la persona que la padece piensa que todo lo que come engorda, y esto la impulsa a realizar constantemente distintos tipos de dieta, es una conducta de riesgo que puede desencadenar otros problemas como anorexia o bulimia.

Pregorexia: Enfermedad que ataca mayoritariamente a mujeres embarazadas las cuales dejan de alimentarse.

Manorexia: Los chicos que padecen manorexia le tienen pánico a engordar, y por eso realizan deporte de forma exagerada y constantemente están a dieta. Por lo general, este mal lo padecen hombres cercanos al mundo de la moda y a la estética o relacionados con deportes que exigen poco peso.

Drunkorexia: La drunkorexia es un trastorno muy extendido entre los adolescentes, que dejan de comer para contrarrestar el efecto calórico del alcohol. Esta enfermedad mezcla la anorexia y el alcoholismo, ya que la persona reemplaza los alimentos por las bebidas alcohólicas.

Bulimia: Ataques de voracidad extrema, donde la persona come mucha comida, posteriormente y ante un sentimiento de culpa, el afectado se provoca vómitos para no engordar. La bulimia la sufren más mujeres que hombres, sobre todo en la etapa adolescente.

LA ANOREXIA NERVIOSA ES LA TERCERA ENFERMEDAD CRÓNICA MÁS PREVALENTE EN LA ADOLESCENCIA

La Anorexia nerviosa es un trastorno alimenticio cuyo síntoma principal es el rechazo a la comida y el miedo a engordar.

Este comportamiento conlleva cosnigo una pérdida de peso y una imagen corporal distorsionada.

Si la anorexia nerviosa se inicia en la adolescencia o niñez, en lugar de pérdida, puede existir una ausencia de aumento de peso.

La Anorexia nerviosa es la tercera enfermedad crónica más prevalente en la adolescencia
La prevalencia de la anorexia nerviosa durante la vida, en mujeres, se califica en torno al 0,5% y en general, del 0,1 al 1% en la población.

La edad de inicio varía de los 12 a los 25 años, siendo típicamente iniciado hacia la mitad o a finales de la adolescencia.

En mujeres mayores de 40 años, la aparición del trastorno no es muy común. Entre hombres se da menos, aunque con mayor rapidez las diferencias van disminuyendo.

La relación hombre/mujer se sitúa entre uno de cada diez mujeres o uno de cada veinte.

La anorexia nerviosa es la primera causa de desnutrición en países desarrollados, y la tercera enfermedad crónica más prevalente en la adolescencia.

EXPERTOS INVESTIGAN EL IMPACTO DE LA ANOREXIA EN LAS ENFERMEDADES DEL CORAZÓN

Un reciente estudio ha revelado que tanto la estructura como las funciones básicas del corazón están comprometidas de manera significativa en las personas con anorexia.

La anorexia nerviosa es un trastorno psiquiátrico caracterizado por una percepción distorsionada de la imagen corporal, lo que lleva al sujeto a realizar un esfuerzo deliberado para bajar de peso, con estrategias auto-destructivas como largos periodos de ayuno, atracones, purgas (vómitos), exceso de ejercicio y / o tomar diuréticos y laxantes

La anorexia, que es más frecuente en las mujeres, provoca una serie de efectos adversos en todo el cuerpo. Hay impacto en la sangre del cerebro, funciones, gastrointestinales, hormonales y cardíacos.

Una manifestación importante es el desequilibrio electrolítico, una reduccion de fluidos y minerales esenciales para el metabolismo y la función del órgano. El potasio y el calcio son los dos electrolitos cruciales para la actividad eléctrica normal del corazón.
Un desequilibrio de estos electrolitos puede provocar ritmos cardíacos anormalmente lentos (bradicardia), así como fluctuaciones excesivas de la presión arterial y el flujo sanguíneo.

La enfermedad cardíaca es una consecuencia común de la anorexia. En el estudio, los investigadores del Hospital de la Universidad Federico II (Nápoles, Italia) trataron de explorar el efecto de la anorexia en el ventrículo izquierdo del corazón (cámara baja). El ventrículo izquierdo sirve para bombear la sangre rica en oxígeno al cuerpo.

En la investigación, 91 mujeres con anorexia fueron estudiadas junto con 62 mujeres de peso normal. Con la eco-cardiografía para evaluar la estructura y el funcionamiento del corazón, los investigadores encontraron que las mujeres anoréxicas tenían medidas significativamente más bajos de la fracción de eyección , ritmo cardíaco volumen sistólico y gasto cardíaco (la cantidad de sangre expulsada desde los ventrículos por minuto)

También se observó una reducción del tamaño de la propia ventrículo izquierdo.
Estos efectos se atribuyen directametne al "efecto de la reducción del peso corporal ."

2 de julio de 2013

ENTREVISTA A LA CADENA SER I DIAL, TRASTORNS ALIMENTARIS MÉS HABITUALS EN ADULTS




Trastorns Alimentaris mes habituals en les persones Adultes.

La nostra Directora és entrevistada a la Cadena Ser i Cadena Dial, per parlar sobre els trastorns més comuns en les persones adultes

13 de junio de 2013

ENTREVISTA A LA DIRECTORA DEL CENTRE CATA, A LA CADENA SER. "OPERACIÓ BI...

Segona part de l'entrevista que realitzo la Directora del Centre CATA, explicant els que comporta l'operació bikini, a pacients que pateixen un trastorn de la conducta alimentària.

6 de junio de 2013

ENTREVISTA A LA DIRECTORA DEL CENTRE CATA, A LA CADENA SER. "OPERACIÓ BI...

La Directora del Centre Cata, parla de la "Operació Bikini" des del punt de vista, al com pot afectar a un pacient amb un Trastorn de la Conducta Alimentària.


23 de mayo de 2013

ENTREVISTA A LA DIRECTORA DEL CENTRE CATA. "QUIN TIPUS D'ALIMENTACIÓ ES ...



Hablamos con la directora del Centro Cata, para saber que tipo de Alimentación se está dando en nuestro Centro, y cuales son sus ventajas.

21 de febrero de 2013

14 de febrero de 2013

ANOREXIA, BULIMIA NERVIOSA Y EL TRASTORNO POR ATRACÓN Mujeres de 26 años universitarias, las más propensas a trastornos alimentarios



Las mujeres de 26 años y universitarias son las personas más propensas a sufrir un trastorno de la conducta alimentaria, según ha comentado el psiquiatra del Hospital Universitario Gregorio Marañón y secretario de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), Ignacio Basurte, quien ha informado de que, además, en el 17 por ciento de los casos, las pacientes suman a su trastorno mental algún tipo de adicción.

Se trata de una enfermedad mental que comporta anomalías graves durante la ingesta y que convierten la comida en un enemigo. Según han avisado los expertos, estas patologías son cada vez más frecuentes y actualmente se encuentran entre las más graves de la población española.

Concretamente, el síntoma externo podría ser una alteración de la conducta alimenticia pero el origen de estos trastornos se explica a partir de una alteración mental cuya expresión psicológica es un elevado nivel de insatisfacción personal, miedo a madurar, elevados índices de autoexigencia, ideas distorsionadas sobre el peso o la comida.

Los trastornos alimentarios más conocidos que se enmarcan dentro de este conjunto son la anorexia, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón. En España, como en el resto de los países desarrollados, los casos de bulimia superan los de anorexia.

"Tanto la bulimia, el trastorno por atracón, como la anorexia purgativa, implican un marcado patrón impulsivo y de carencia de control inhibitorio, que a su vez se ve relacionado con la adicción y trastornos similares. Además, aquellas personas que manifiestan tener problemas de alimentación, presentan también problemas relacionados con el consumo de sustancias con bastante frecuencia", ha aclarado Basurte.

De hecho, los expertos han observado un mayor número de pacientes con patología dual y TCA entre los casos bulímicos, es decir, aquellos que presentan dentro de su problemática patrones compulsivos como el vómito, ejercicio excesivo y uso de laxantes.

"Estos pacientes abusan de cocaína, anfetaminas y cannabis. Además se conoce que existe una mayor tasa de consumo de alcohol en las personas diagnosticadas de anorexia subtipo purgativo o con bulimia nerviosa", ha añadido.

EL 86% CONSUME CAFEÍNA Y EL 72% ALCOHOL

Por otro lado, estudios realizados en algunos hospitales españoles con Unidades de Trastornos de la Conducta Alimentaria en adultos han demostrado que los pacientes con estos trastornos en la vida adulta consumen una media de tres sustancias adictivas, siendo las más frecuentes la cafeína (86%), el alcohol (72%) y el tabaco (51%).

Inmediatamente después se sitúa el abuso de benzodiacepinas e hipnóticos, cannabis y otras sustancias como alucinógenos, cocaína, anfetaminas y opiáceos. "Sólo un 2,3 por ciento de los pacientes con TCA no realiza ningún consumo de sustancias. Esto sube a un 11,4 por ciento, sin tener en cuenta el consumo de tabaco o cafeína, siendo en este caso el consumo más prevalente el alcohol", ha recalcado el experto.

Por tanto, alrededor del 88,6 por ciento de los pacientes con TCA en la vida adulta, realizan algún consumo de sustancias con potencial adictivo, excluyendo el tabaco y la cafeína. Además, el riesgo de consumo perjudicial de alcohol y adicción se multiplica por cinco en pacientes con bulimia nerviosa. Estas pacientes se asocian también con una mayor impulsividad.

En este sentido, el experto ha recordado que más de la mitad de los pacientes con TCA presentan una marcada impulsividad. "La impulsividad aumenta el riesgo de consumo de sustancias, tentativas de suicidio, autolesiones o conductas purgativas que repercuten en una mayor complejidad asistencial y peor evolución, además de una elevada comorbilidad con rasgos de personalidad específicos. En este sentido, esta comorbilidad multiplica por 5 el riesgo de padecer depresiones severas/graves en casos como es el rasgo límite de personalidad, hasta por 4 en el caso del dependiente y casi de manera constante en el trastorno por evitación", ha subrayado.

Otros síntomas destacables, son los referentes a la presencia de síntomas de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) que aparece en más de la mitad de los pacientes. Estos síntomas, según ha asegurado el experto, afectan "seriamente" a la impresión subjetiva de los pacientes con TCA respecto a su calidad de vida.

"De esta manera, ven mermada de una manera significativa su estado de salud, estado de ánimo, trabajo, su nivel de actividad, relaciones sociales y en definitiva las actividades generales y el grado de satisfacción global. Presentan de igual manera un mayor grado de discapacidad total, que afecta de manera importante a todos los aspectos de su vida, social, laboral y familiar, además de un marcado nivel de estrés personal", ha zanjado.

PATOLOGÍA DUAL Y TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA

Cerca del 20% de los pacientes con trastorno de la conducta alimentaria (TCA) tienen además patología dual (una adicción y otro trastorno mental).

Los trastornos de la conducta alimentaria son enfermedades mentales (psiquiátricas) que comportan anomalías graves durante la ingesta y convierten la comida en un enemigo. Son cada vez más frecuentes y actualmente se encuentran entre las patologías más graves de la población española. Aunque la edad de inicio suele ser la adolescencia, una gran parte de los casos se prolongan durante la vida adulta.

"El prototipo de paciente que lo sufre es una mujer, con estudios universitarios de unos 26 años, -revela el doctor Ignacio Basurte, psiquiatra del Hospital Universitario Gregorio Marañón y secretario de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD). Además, en el 17% de los casos, encontramos casos de patología dual. Es decir, estas pacientes suman a su trastorno mental algún tipo de adicción".

El síntoma externo podría ser una alteración de la conducta alimenticia (dietas prolongadas, pérdida de peso...) pero el origen de estos trastornos se explica a partir de una alteración mental cuya expresión psicológica es un elevado nivel de insatisfacción personal, miedo a madurar, elevados índices de autoexigencia, ideas distorsionadas sobre el peso o la comida, etc. Los trastornos alimentarios más conocidos que se enmarcan dentro de este conjunto son la anorexia, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón. En España, como en el resto de los países desarrollados, los casos de bulimia superan los de anorexia.

Patología Dual y TCA

"Tanto la bulimia, el trastorno por atracón, como la anorexia purgativa, implican un marcado patrón impulsivo y de carencia de control inhibitorio, que a su vez se ve relacionado con la adicción y trastornos similares (juego patológico, cleptomanía y otros trastornos del control de impulsos). De hecho, aquellas personas que manifiestan tener problemas de alimentación, presentan también problemas relacionados con el consumo de sustancias con bastante frecuencia", aclara el doctor Basurte.

Los expertos han observado un mayor número de pacientes con patología dual y TCA entre los casos bulímicos, es decir, aquellos que presentan dentro de su problemática patrones compulsivos como el vómito, ejercicio excesivo y uso de laxantes. "Estos pacientes abusan de cocaína, anfetaminas y cannabis. Además se conoce que existe una mayor tasa de consumo de alcohol en las personas diagnosticadas de anorexia subtipo purgativo o con bulimia nerviosa", añade el experto.

Por otro lado, estudios realizados en algunos hospitales españoles con Unidades de Trastornos de la Conducta Alimentaria en adultos han demostrado que los pacientes con estos trastornos en la vida adulta consumen una media de tres sustancias adictivas, siendo las más frecuentes cafeína (86%), alcohol (72%), tabaco (51%). Inmediatamente después encontramos el abuso de benzodiacepinas e hipnóticos, cannabis y otras sustancias (alucinógenos, cocaína, anfetaminas y opiáceos).

"Sólo un 2,3% de los pacientes con TCA no realiza ningún consumo de sustancias. Esto sube a un 11,4%, sin tener en cuenta el consumo de tabaco o cafeína, siendo en este caso el consumo más prevalente el alcohol", - revela el doctor Basurte. Se puede afirmar que por lo menos el 88,6% de los pacientes con TCA en la vida adulta, realizan algún consumo de sustancias con potencial adictivo, excluyendo el tabaco y la cafeína. Además, el riesgo de consumo perjudicial de alcohol y adicción se multiplica por cinco en pacientes con bulimia nerviosa. Estas pacientes se asocian también con una mayor impulsividad".

Problemas asociados

Más de la mitad de los pacientes con TCA presentan una marcada impulsividad. Tal y como comenta el experto en patología dual, "la impulsividad aumenta el riesgo de consumo de sustancias, tentativas de suicidio, autolesiones o conductas purgativas que repercuten en una mayor complejidad asistencial y peor evolución, además de una elevada comorbilidad con rasgos de personalidad específicos. En este sentido, esta comorbilidad multiplica por 5 el riesgo de padecer depresiones severas/graves en casos como es el rasgo límite de personalidad, hasta por 4 en el caso del dependiente y casi de manera constante en el trastorno por evitación".

Otros síntomas destacables, son los referentes a la presencia de síntomas de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) que aparece en más de la mitad de los pacientes. En palabras del doctor Basurte, "dichos síntomas afectan seriamente a la impresión subjetiva de los pacientes con TCA respecto a su calidad de vida. De esta manera, ven mermada de una manera significativa su estado de salud, estado de ánimo, trabajo, su nivel de actividad, relaciones sociales y en definitiva las actividades generales y el grado de satisfacción global. Presentan de igual manera un mayor grado de discapacidad total, que afecta de manera importante a todos los aspectos de su vida, social, laboral y familiar, además de un marcado nivel de estrés personal".

"Como es evidente, los pacientes con TCA presentan una elevada comorbilidad. En su evolución influye de manera determinante la presencia de patología dual, determinados rasgos de personalidad, rasgos impulsivos, y síntomas de TDAH que da lugar a distintos subtipos del trastorno que se asocian a un peor pronóstico, a una mayor morbilidad por sí mismos, mayor discapacidad y peor calidad de vida", concluye el secretario de la SEPD

24 de enero de 2013

CONFERENCIA SOBRE PROBLEMAS EMOCIONALES Y EL TRASTORNO ALIMENTARIO. EN LA SALA ÀMBIT CULTURAL DEL CORTE INGLES DE TARRAGONA


CONFERENCIA SOBRE LOS PROBLEMAS EMOCIONALES Y SU RELACIÓN CON EL TRASTORNO ALIMENTARIO.
COLABORANDO CON EL CORTE INGLES DE TARRAGONA, Y EN PRESENCIA DE NUESTRA DIRECTORA, PILAR GARCÍA Y UNA DE NUESTRAS PSICÓLOGAS, PATRICIA RODRÍGUEZ, LAS CUALES IMPARTIERON LA CHARLA ANTE UNAS 50 PERSONAS QUE ACUDIERON EL PASADO DÍA 18 DE ENERO.